Por Julio de la
Vega
¡Cuatro siglos atrás quedó la piedra!
Sobre
un pasado de Kantutas.
Una
leyenda de milenios,
es
ahora ritmo...
¡Qué tiempo atrás está la piedra!
Cuando
los mares de la historia
y
un horizonte de canela,
en
carabela de aventura
buscó
tu nombre en la montaña…
Fue
la tizona
Trazando
rutas sobre el Ande,
la
Santa Cruz de los tormentos
tendió
su abrazo en los caminos...
Estaba
atrás el tiempo
que
desfloraba continentes.
Los
siete mares de la Historia
pintaban
líneas en los mapas
y
capitanes y tahúres
lanzaban
dados al destino
buscando
luz y nuevos rumbos…
El
mar atrás atrás la selva,
Atrás
las playas con palmeras
y
el Senegal de vieja luna,
atrás
el tiempo y la distancia
y
estaba sola la montaña…
La
Santa Cruz de los tormentos
y
la tizona toledana.
También
llegaron a los montes
a
dos instantes de la nieva,
bajo
las alas de los cóndores,
un
capitán aventurero
fundó
tu historia
en
pergamino de futuro.
Y
quedó escrito por los siglos:
Nuestra señora de
La Paz...
Allí
en el sobrio territorio,
en
el sendero de Atahuallpa,
por
donde quenas y zampoñas
en
cinco tonos minerales
seguían
al sol por el sendero...
El
Inti Rami de la aurora
dejó
la danza a piel de roca,
de
oro y sangre de una raza
fundió
en el grito de su entraña...
Y
el capitán aventurero
sobre
un pasado de zampoñas
y
en un resabio de leyenda
sobre
un azul de tiempo antiguo
fundó
tu nombre en los caminos...
y
escrito está de aquel entonces:
Nuestra Señora de La Paz:
y fue la paz de las discordias
que en paz se unieron y en concordia
muy bueno!!
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