por Xabier Usabiaga
Hoy me empuñé.
Yo
un ovillo acuoso y niño
con todo dentro invaginado.
Empuñados los pechos,
empuñados los vientres,
todas mis muertes empuñadas
mi lengua arrullándole gris a la bruma abrasada
con una voz negra que jamás escuché,
una colmada de símbolos
que me deja entender de pronto el murmullo de las flores
con las que antes tanto conversaba.
Y así soy de repente las cabezas,
los aguijones de las proas que cortan nada
la convulsión fugaz y confusa de algún violinista ciego
a veces siendo
otras no y al mismo tiempo y en un segundo no sé nada.
Empuñado todo en este hueso roído
este madero tan mío que llora, así
todo rehecho en mi caudal
así, tal cual y para siempre
soy de pronto
por un segundo
mi propia casa.
Imagen: 'Clairvoyance' de Magritte
No hay comentarios:
Publicar un comentario