estoy
cuidando la casa en venta de mi papá.
acá pasé la
infancia. pero estoy bien. los vecinos no tienen idea de que yo estoy acá. Fran
no lo sabe, en algún momento me voy a asomar y lo voy a invitar a tomar algo o
a comer algo. pero como les dije: estoy en esta misión un poco rara de recordar.
cuando yo era chico en esta casa faltaba siempre el agua. la falta de agua generaba algunas de las duras peleas entre papá y mamá. imaginen: 45 grados, o más! entre estas paredes de departamento sin agua por uno, dos, tres, cuatros y hasta quince días. como sobrevivíamos? no sé. una vez mi hermana y yo estabamos tirados como muertos en el patio sin decir A. papá se acordó hace poco y cuando lo contaba (papá no es un tipo expresivo, nada expresivo) sentía una especie de ternura y la mostraba. porque mi hermana y yo eramos dos chicos muy callados. la cosa es que estabamos ahí tirados muertos de sed y de calor y que papá decidió comprar una piletita de lona que hoy llené. porque ya no falta el agua en este barrio. no falta el agua, papá y mamá ya estan separados; cada tanto mamá vuelve a tener crisis nerviosas porque ama mucho a papá y lo extraña, mi abuela está muerta, mi tía vive en el campo con un chico después de haber pasado por una cuestión de drogas, yo no me hablo con mi hermana por cosas que pasaron y estoy solo en esta casa en la que dejamos de vivir hace doce años. los últimos inquilinos se fueron y ahora la casa está en venta. estar acá me viene bien para acordarme de las cosas, para mirar dibujos de atalayas y recibir testigos de Jehová.
cuando yo era chico en esta casa faltaba siempre el agua. la falta de agua generaba algunas de las duras peleas entre papá y mamá. imaginen: 45 grados, o más! entre estas paredes de departamento sin agua por uno, dos, tres, cuatros y hasta quince días. como sobrevivíamos? no sé. una vez mi hermana y yo estabamos tirados como muertos en el patio sin decir A. papá se acordó hace poco y cuando lo contaba (papá no es un tipo expresivo, nada expresivo) sentía una especie de ternura y la mostraba. porque mi hermana y yo eramos dos chicos muy callados. la cosa es que estabamos ahí tirados muertos de sed y de calor y que papá decidió comprar una piletita de lona que hoy llené. porque ya no falta el agua en este barrio. no falta el agua, papá y mamá ya estan separados; cada tanto mamá vuelve a tener crisis nerviosas porque ama mucho a papá y lo extraña, mi abuela está muerta, mi tía vive en el campo con un chico después de haber pasado por una cuestión de drogas, yo no me hablo con mi hermana por cosas que pasaron y estoy solo en esta casa en la que dejamos de vivir hace doce años. los últimos inquilinos se fueron y ahora la casa está en venta. estar acá me viene bien para acordarme de las cosas, para mirar dibujos de atalayas y recibir testigos de Jehová.
a pesar de
que la temperatura no llega a los 20 grados hoy armé y llené la piletita de
lona que una vez compró papá. y me metí para desquitarme.
AUTOR:
Matías Rano
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