Martillo los dedos de mi mano hasta destrozarlos.
Mis uñas vuelan por el aire,
La sangre brota y corre por la mesa,
cae a tierra.
Cae sobre las fosas sin memoria.
Miro hacia arriba,
Las nubes pasan.
Una, dos y ya no veo más,
Porque me desvanezco
Pensando en mi mano
Que ya no escribirá.
Te busco y encuentro desvelo,
No puedo tocarte,
No con esta mano
Que ya se pudre.
El martillo cae de nuevo con fuerza,
Esta vez sobre mis rodillas.
Ya no quiero caminar,
Me quedo aquí a esperar.
Espero justicia, espero el perdón de los años.
La tragedia vuelta risa
En bocas amigas.
Espero a mi lengua que se afile
Y corte.
Espero, espero,
Espero, espero.
Espero sin uñas,
doblado de dolor,
aferrado a mis rodillas llorando,
pero feliz
porque sé qué esperar.
Autor: Gustavo Roumec.
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