La acecha.
Sabe que no la alcanzará jamás
Y que morirá antes bajo la espada de Marco,
Un esclavo,
Como él mismo.
Pero sabe,
También,
Que la perseguirá siempre, hasta que su vida se apague, fugaz,
En los ojos de la eterna
Que lo observa siempre desde los cielos
Esperando su caricia final.
Y corre entre las dunas.
Autor: Gustavo Roumec
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